sábado, 26 de abril de 2014

27-4

  Salgo del trabajo y me voy para el lado del Camp Nou, trabajo a menos de cinco minutos de ahí. Pregunto si va a haber entradas para cuando el Barca juegue contra el atlético y me dice que de momento no hay, pero que si me paso por ahí unos tres o cuatro días antes del partido voy a conseguir seguro. Espero que sea así y que en ese partido esté el campeón, sea cual sea.
  Me voy sin recorrer mucho lo voy a dejar para el día del partido.





  Entre las de Neymar y Messi suman el 80% de las camisetas a la venta.

  Me mando para el subte entonces, a recorrer un poco más. Metiendo el dedo en la rendija de una máquina expendedora de paquetes de galletitas y esas boludeces, me encuentro una moneda de cincuenta centavos de euro. Lo primero que piensa mi cabeza es que convertido a peso son seis pesos, y que si lo hacemos más el treintaicinco porciento son casi ocho. Me pongo contento, pero también me digo que me tengo que sacar el chip de andar convirtiendo todo a pesos, no es vida.
  Camino por el Paseo de Gracia: primeras marcas para turistas, como una mezcla de Florida con Libertador. Cuando pienso eso me digo que aparte de dejar de convertir todo a pesos tengo que dejar de buscarle analogías porteñas a todo, pero no creo que pueda.
  
 Un tip: ¿Querés hacer más copada tu ciudad? Bueno, hacé muchas calles peatonales y más chicas y que no sean perfectamente rectas, sino combadas. Anoten Kato, Mauri, todos...


 
  También decoraciones locas a los edificios. Con menos de mil mangos por ejemplo le ponés ojos a un edificio, queda bueno, a la gente la copaba mucho.


  Eso fue otro día, hoy fui al Tibidabo. Una iglesia que es casi un castillo y que está arriba de un monte. Se ve toda la ciudad y el mar, va la gente a hacer mountain bike, esa onda.




  Adentro la iglesia era más o menos como todas. Lo que me llamó la atención era que tenías, en vez de una rockola, una "ofrendola": ponías veinte centavos de euro en una ranura y se prendía una vela electrica que servía a modo de ofrenda. No quiero ponerme en contra, pero seamos sinceros, si eso lo viésemos en una iglesia Argentina diríamos ¡Qué ladris! Bueno, acá la gente hacía la ofrenda!


  Si todavía no llenaste el albun con todos los papas, acá te vendían las figuritas sueltas, aunque un buen católico no debería hacer trampa. 

 
  Un hallazgo: si mezclás la revista ParaTeens y el Cristian Journal of Massachusetts, te queda algo parecido a la revista Super Gesto.



  ¿Y la Sagrada Familia? ¿Y la Pedrera? ¿Y el Montjuic? Hasta las bolas de gente, voy a esperar a ir un día de semana... 


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